Conocimiento Certificado (Documentos)

Obviamente, necesitamos un diploma de enfermería válido, que certifique que hemos cursado una carrera y podemos brindar cuidado. Esto se traduce en tener el título válido. Los latinos, en su mayoría, podemos homologar nuestro título como Bachelor of Science in Nursing, lo que nos ubica en un rango profesional adecuado.

Además, debemos conocer los requisitos del estado al que vayamos a aplicar. Algunos estados exigen certificados específicos. En mi caso, en el estado de Nueva York, necesitamos dos certificados: uno sobre abuso infantil y violencia infantil, donde debemos reconocer los tipos de violencia y cómo notificarlos. El segundo es un curso de control de infecciones, igualmente importante para reconocer cómo notificar, clasificar y aislar infecciones. En Estados Unidos, debemos ser conscientes de que nos enfrentaremos a síndromes e infecciones que se presentan de manera diferente a como lo hacen en Latinoamérica.

2. Habilidades Clínicas

Si bien la experiencia profesional no es obligatoria (lo hablaremos más adelante), las habilidades clínicas son cruciales. Debemos tener un sólido conocimiento de anatomía, fisiología y los tratamientos. Es importante reconocer que en Estados Unidos los enfermeros tienen un grado de autonomía mayor que en Latinoamérica. Existe una mayor responsabilidad frente a ciertas situaciones, y debemos resolverlas con conocimientos sólidos.

Esto incluye conocimientos de procedimientos, incluso en unidades especializadas, aunque no tengamos experiencia directa en ellas (cuidados intensivos, hemodinamia, salas de cirugía, urgencias). También es fundamental el conocimiento de la documentación en los sistemas. Cada hospital tiene sistemas de información que debemos saber manejar: cómo registrar notas de enfermería, evoluciones y medicamentos. La tecnología también puede ser diferente; por ejemplo, las farmacias autoservicio (Pixis) son comunes en Estados Unidos, pero menos frecuentes en Latinoamérica. Debemos saber registrar medicamentos usando códigos de barras o sistemas electrónicos. La habilidad en lo que se refiere a sistemas de información (la correcta palabra es “informática clínica”) es muy importante.

3. Inglés

Necesitamos un nivel de inglés conversacional, preferiblemente avanzado. Trabajamos con vidas, con pacientes y en equipo, y debemos entender todo lo que se dice. No necesitamos un nivel avanzado para empezar el proceso, pero debemos afianzar esta habilidad. Mientras esperamos los reportes de los documentos o la aprobación migratoria, podemos estudiar para el NCLEX, lo que también mejora la lectura en inglés. Luego, durante la espera del proceso migratorio, podemos enfocarnos en mejorar el idioma. Es esencial. A veces creemos que tenemos un buen nivel, pero al enfrentarnos a nativos, notamos nuestras deficiencias. Siempre es importante seguir aprendiendo.

Aunque algunos hospitales en la frontera permiten hablar español en un porcentaje del tiempo, todas las historias clínicas (que son documentos legales) deben estar en inglés.

4. Conocimiento de las Leyes

Debemos conocer las leyes en Estados Unidos. Una ley básica es la HIPAA, que regula la protección de datos de los pacientes. La intimidad del paciente es muy importante, y violarla puede acarrear sanciones severas. Esta es solo una de muchas leyes que aprenderemos al estudiar para el NCLEX, donde hay una sección sobre ética y legalidad.

5. Experiencia Clínica

Si bien no es obligatoria para conseguir un patrocinador (sponsor), la experiencia clínica es muy importante. Llegar a un país donde no tenemos experiencia y empezar a trabajar en un hospital puede ser abrumador. Tener experiencia nos ayuda a desarrollarnos más fácilmente. El EPOC, la diabetes y los infartos son iguales en todas partes del mundo, pero nuestra habilidad para manejar estas situaciones agudas es valiosa. Atender a un paciente con un ACV o un infarto agudo de miocardio demostrará nuestra competencia.

Además, la experiencia clínica influye en el salario. Los hospitales tienen tablas que determinan el salario según los años de experiencia del enfermero.

En resumen, creo que la mayoría de los enfermeros latinos cumplimos con estos requisitos. La invitación es a quitarnos la venda de los ojos y reconocer nuestro valor. Estados Unidos nos está esperando.

Les mando un abrazo. Si tienen dudas o sugerencias, no duden en escribirnos. Si necesitan mayor asesoría, estamos a su disposición. Hasta luego.